¿Por qué lleva mi nombre?
Porque así como María va a ser la única humana que vencerá al demonio, ayer yo vencí el temor de hacer rosarios con eslabones y que no se "rompieran".
Quienes tienen rosarios que confeccioné saben que me caracteriza hacerlos casi irrompibles, uso tanza de acero porque un "arma" debe durar para todas las batallas posibles. Y mi intención es que trasciendan de generación en generación como recuerdo y cómo testimonio de fé.
Su atemporalidad hace que no sea un objeto de "moda", es un instrumento que nos hace meditar la vida de Cristo y nos aleja de los pensamientos que no son de Dios.
La Virgen María nos pide con tanto amor en cada aparición que lo utilicemos para reforzar la fé, agradar y agradecer a Jesús por su inconmensurable amor habiendo dado su vida para salvar la nuestra, por la paz y la conversión de las almas.
Cuando nací estaba todo dado para que no naciera, múltiples complicaciones y sumado a un paro general (algo lamentablemente común en mi país), falta poco para esa fecha.
Como ese día, este rosario me llevó hacerlo varias horas por estos 4 motivos:
1) Porque no me tenía fé.
2) Porque mi manos si bien hacen cosas bellas, lo hacen cuando estoy en oración y no se ponen rígidas por mi enfermedad. (Otro testimonio de la oración que calma y te ayuda a superar las dificultades)
3) Me habló mi mamá y me recordó que llevo este nombre porque ella me encomendó desde mi Concepción a la Virgen, si era nene me hubiera llamado Mariano.
4) Con el nombre que llevo, no me puedo dejar vencer por nada si tengo a Dios, a María y a Jesús incorporados a mi vida como los tengo.
Es un rosario sencillo, con cuentas que simulan el acero "Las cuentas de mis rosarios son como balas de artillería, hasta el mismo infierno tiembla, cuando rezo Ave María" y las del Padre Nuestro son porosas y doradas, porque para llegar al cielo hay que transitar un camino muchas veces áspero y que las luces del mundo, no nos encandilen, sólo la luz Divina del Creador debe llamarnos a seguir en 👣 como lo hizo Jesús, haciendo la voluntad de su Padre, venció a la muerte.
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Porque así como María va a ser la única humana que vencerá al demonio, ayer yo vencí el temor de hacer rosarios con eslabones y que no se "rompieran".
Quienes tienen rosarios que confeccioné saben que me caracteriza hacerlos casi irrompibles, uso tanza de acero porque un "arma" debe durar para todas las batallas posibles. Y mi intención es que trasciendan de generación en generación como recuerdo y cómo testimonio de fé.
Su atemporalidad hace que no sea un objeto de "moda", es un instrumento que nos hace meditar la vida de Cristo y nos aleja de los pensamientos que no son de Dios.
La Virgen María nos pide con tanto amor en cada aparición que lo utilicemos para reforzar la fé, agradar y agradecer a Jesús por su inconmensurable amor habiendo dado su vida para salvar la nuestra, por la paz y la conversión de las almas.
Cuando nací estaba todo dado para que no naciera, múltiples complicaciones y sumado a un paro general (algo lamentablemente común en mi país), falta poco para esa fecha.
Como ese día, este rosario me llevó hacerlo varias horas por estos 4 motivos:
1) Porque no me tenía fé.
2) Porque mi manos si bien hacen cosas bellas, lo hacen cuando estoy en oración y no se ponen rígidas por mi enfermedad. (Otro testimonio de la oración que calma y te ayuda a superar las dificultades)
3) Me habló mi mamá y me recordó que llevo este nombre porque ella me encomendó desde mi Concepción a la Virgen, si era nene me hubiera llamado Mariano.
4) Con el nombre que llevo, no me puedo dejar vencer por nada si tengo a Dios, a María y a Jesús incorporados a mi vida como los tengo.
Es un rosario sencillo, con cuentas que simulan el acero "Las cuentas de mis rosarios son como balas de artillería, hasta el mismo infierno tiembla, cuando rezo Ave María" y las del Padre Nuestro son porosas y doradas, porque para llegar al cielo hay que transitar un camino muchas veces áspero y que las luces del mundo, no nos encandilen, sólo la luz Divina del Creador debe llamarnos a seguir en 👣 como lo hizo Jesús, haciendo la voluntad de su Padre, venció a la muerte.
